
El Petit Vintage > Your trash is my treasure
“No estoy en contra de la moda, trabajo con ella. Pero no me siento sujeta a sus imposiciones, y la he consumido lo suficiente para saber que antes de que se inventara la Pepsi de Dieta no se escatimaba en tela para reducir costos, y que la producción masiva de ropa tiene consecuencias en el medio ambiente con las que no quiero contribuir más de lo necesario”, así se explica Valentina Martínez, mente siniestra detrás de El Petit Vintage, una tienda itinerante en la que se venden, alquilan e intercambian piezas vintage que aterriza en Caracas con aires de novedad, y una bonita historia que la respalda.
De chiquita siempre le quitaba la ropa a sus papás para adaptarlas a su guardarropas. En la escuela –y también en la universidad, me consta- era un total escándalo, y en su andar dejaba una estela de comentarios que, casi todos, apuntaban a su vestimenta, o ya de grande, al furioso rojo con el que tiñó su cabello en más de una ocasión.
“En mi casa, la expresión individual siempre fue un derecho que me dejaban ejercer con plena libertad”, explica Valentina –La Mex- manoseando sus lentes oversize de 1958 y recordando la época en la que intervino una guayabera folclórica de su padre y la combinó con unos Pepe jeans con estampados de piñas de su madre.
De familia con costumbres casi nómadas –padre mexicano y madre venezolana-, y absolutamente desprendida de lo material, La Mex creció con una curiosidad –casi genética- por los objetos que pudieran servir de testimonio del pasado.
“Los fondos de los closets, las cajas guardadas y eso que salía a la luz en cada mudanza, era mi lugar feliz. Esas cosas eran como yo, sobrevivientes de la compulsión de hacer borrón y cuenta nueva”, dice.
Su incorporación al circuito de las ferias americanas –tiendas de compra y venta de ropa usada- sucedió hace 15 años en Canadá cuando conoció a un veterano de guerra que vendía ropa de los años 70. Ahí compró unos pantalones acampanados, de esos que hubiera podido usar cualquier cameo figurante en Forrest Gump, que se convirtieron en su símbolo del paso del tiempo. “No los vendo, ni siquiera me animo a intervenirlos, y aunque entonces no me atreví a imaginarme un emprendimiento como este, decidí comenzar a procurarme mi propia colección”.
“Desafiar el parámetro temporal en el vestir no es una novedad. Siempre ha existido la libertad de ir con las tendencias, rendir homenaje al pasado o proponer intentado romper con las dos anteriores. El estilo personal es una mezcla particular de esos valores y algunos tenemos una compulsión por el homenaje histórico que hace pocos años se popularizó bajo el término de Vintage”, explica Mex mientras recordamos la época en la que la conocí, cuando trabajábamos juntos para las páginas del extinto semanario Urbe y solía vestirse como todo un tributo pop al feminismo del nuevo milenio. Era una Gwen Stefani del Trópico de Cáncer, con todo el espíritu de una front girl, y el carácter de una hija única –aunque es la mayor de tres-.
Con un amplio prontuario que la incriminan como una vintage shopaholic y como una cazadora de viejas tendencias, la Mex tiene suficientes licencias como para encarar el proyecto que se propuso y que actualmente presenta en una ciudad que parece haberse rendido en la lucha de la recuperación del espacio público.
Luego de transitar bazares y mercadillos de ropa de hace décadas en Buenos Aires, Ciudad de México, Los Ángeles y Miami, y de quedarse con una selección de las mejores piezas que ha implementado en su trabajo como vestuarista de largos venezolanos y cortos argentinos, pone a disposición lo que podría considerarse un verdadero tesoro.
Un maxi-suéter para atraer abrazos jugosos, un conjunto para caminar por El Calvario, un vestido para ser amiga de Julianne Moore o un maxi-cinto de cuero rojo para poner límites, son algunas de las piezas, con suficiente personalidad, que puedes conseguir si te topas de frente con El Petit Vintage. Si no lo quieres dejar a la buena de Dios, y prefieres agendar este encuentro, agrega a @Elpetitvintage en Twitter e Instagram, y a El Petit Vintage Market en Facebook. La propia Valentina te atenderá y contará la historia de cada prenda.
http://petitvintagemarket.com/
Foto: Carolina Burbano.