La ideología del zapato
El pasado jueves 3 de junio dos esperadas películas, que en apariencia se miran entre ellas a kilómetros de distancia, llegaron juntas a la cartelera. Una al lado de la otra. Una en la sala tres y la otra en la cuatro. Juntas. Como hermanas que no se quieren, pero hermanas al fin. Una a la derecha y la otra a la izquierda, como una sinopsis Feng shuísta previa a lo que te encontrarías adentro. Como si el disponedor de salas o el mismísimo dueño estuviera maquinando algo detrás, además del proyector. Como si todo tuviera un por qué y la única casualidad fuese que yo me encontrara entre las dos.
Mientras el resto de la cartelera tenía una oferta 3D yo estaba justo en el medio de la bidimensionalidad, de esa que existía antes de caer el muro de Berlín. Las dos, con mucha ficción, con un discurso muy similar a los infomerciales, se agotan en el desesperado intento de vendernos algo que para mi resultó ser zapatos. Si, la de Michael Patrick King y la de Oliver Stone nos ofrece como mercancía zapatos. Una nos vende los carísimos Christian Louboutin y la otra unas pesadas y pasadas botas militares. Menos mal que ninguna de las dos opciones me va.
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Genial Aspartame.
Genial Aspartame.
Una dicotomia muy fuerte!!! Y la pregutna despues de su maravillosa reflexion es: cual pelicula vio?
Un Abrazo,
Edu
DEMASIADO CIERTO!

Ahhh y ojalá no hayas ido al San Ignacio ni al Milenium a las 9pm porque a esa hora los cines NO TIENEN AIRE! (recomiendo al Tolón, algo malolientes las salas y uno sale caminando sobre un pegoste de refresco rancio, pero fresquito porque sí hay aire acondicionado)
Una a la derecha y la otra a la izquierda, como una sinopsis Feng shuísta previa a lo que te encontrarías adentro.
gran reflexión Juan Pablo.
Ana.
Si tan solo el 5% de las personas que van al cine y se encontraran entre los dos afiches de estas dos películas se preguntaran lo mismo que te preguntaste tu, el mundo sería distinto. Aunque sea un poco mejor.