Los sueños en bicicleta

Los sueños en bicicleta

Más allá del auge del ciclismo urbano como respuesta sincera y ecológica frente a una vorágine industrial de autopistas colapsadas y millones de minutos perdidos dentro de un automóvil, dos venezolanos decidieron emprender un viaje en bicicleta mucho más arriesgado: pedalear los suficiente hasta salir de su zona de confort.

Cycling our dreams nació hace dos años cuando Luisa Melchert y su esposo, Jean Carlos Bello, vivían en Australia. Ella acababa de culminar su carrera universitaria y la frontera de una etapa a otra la hizo sumergirse en una profunda meditación acerca de la dirección que debía tener su vida ahora, cuando ya había cumplido casi todos los pasos que dicta la sociedad occidental tradicional.

“Pasamos la vida siguiendo al rebaño de ovejas hacia un mundo cada vez más artificial, con un ritmo cada vez más acelerado donde la adquisición material es el principal propósito de vida”, asegura Luisa, quien quiso salirse inmediatamente del gran porcentaje de soñadores frustrados que abunda en el planeta sintiendo más atracción por el vértigo de un futuro desconocido que por el recorrido habitualmente transitado por la mayoría.

Luego de soñar, inspirada en el danés Nicolai Bangsgaard, con un prolongado viaje por el mundo con el cual se arriesgarían experimentando lo diferente, enfrentándose a constantes desafíos que los elevaran en conocimiento y que les permitieran aportar algo para el sano crecimiento de la humanidad, Luisa convenció a Jean Carlos de empacar solo lo necesario y aventurarse, a fuerza de pedal, por distintos territorios con el firme propósito de ver el sol ocultarse desde diferentes horizontes.

Y así emprendieron el viaje. Un recorrido lleno de peripecias y anécdotas que podrían llenar libros enteros y podrían surtir la vida de, por lo menos, 50 personas que a diario se levantan y se acuestan a la misma hora siguiendo un peligroso guión llamado rutina.

“Los aprendizajes son innumerables. Principalmente siento que el camino transitado nos ha permitido desarrollar una inmensa flexibilidad mental. Bicicleteando Nuestros Sueños nos enfrenta continuamente a cambios en los que nos encontramos desafiando viejos patrones de pensamiento y reajustando nuestros esquemas mentales para encajar las nuevas experiencias vividas”. A eso se refiere Luisa cuando tuvieron que adaptarse voluntariamente a la simplicidad como estilo de vida, despegándose de lo material y aferrándose solamente a aquellas herramientas que les permitiera crecer y ponderar su capacidad para vivir experiencias, convirtiéndose en una casa sin puertas y sin ventanas, sin ni siquiera paredes.

Comer insectos y gusanos, delicias culinarias de la lejana Tailandia; convivir directamente con dueños de otras verdades y otros dogmas; tolerar otras creencias e ideologías y siempre sonreír aceptando lo diferente. Así, el viaje no solo sirve para rellenar los álbumes del grupo de Facebook que crearon para ir registrando su tránsito, para mantener el contacto con familiares y amigos, para conseguir nuevos lugares donde hospedarse, y, sobre todo, para inspirar a los demás. Sino para aprender.

“Aprendimos que quien posee la llave para desbloquear el aprisionamiento mental es uno y que el acceso a esa llave se consigue por medio de la disciplina, la voluntad y el coraje de explorar tu mundo interior”, dice Luisa, absolutamente convencida de que no solamente está haciendo un viaje físico.

“Hemos aprendido que es mucho más lo que nos une que lo que nos divide, que la sonrisa es un idioma universal, que este sencillo gesto abre espacios para la conexión sin importar las barreras del lenguaje o las diferencias culturales”, agrega al explicar que en la actualidad tiene lazos de amistad con hombres y mujeres con quienes mantuvieron ninguna comunicación verbal, pero sí infinitas muestras de afecto.

Luisa y Jean Carlos son seres globales. Son nómadas que la familiarización con un lugar es su mayor indicativo de que deben regresar al pedal y continuar la aventura que se plantearon. Son una pareja que siente que mientras más lejos estén de sus células familiares, más conectados están con ellos.

El universo los escucha

Un día se encontraban pedaleando desde la corta, pero montañosa distancia entre Franz Josef y Glaciar Fox, Nueva Zelanda, contemplando los helicópteros que se desplazaban libremente por los aires y que pasean a los turistas que pagan altas sumas de dinero para apreciar los glaciares desde las alturas. Jean Carlos le comentó a Luisa lo increíble que sería volar en helicóptero, pero claramente excedía su presupuesto. No obstante, Luisa le contestó con su usual expresión, “pídeselo al universo que el universo provee” y de esta manera, ambos dirigiéndose a su entorno y al poder de la naturaleza, en voz alta y enérgicamente evocaron su deseo. Al corto tiempo arribaron a Fox, un pueblito en la costa oeste de Nueva Zelanda donde desciende un extenso glaciar hasta las orillas de un bosque tropical a tan solo 300 metros sobre el nivel del mar. De pronto, la espontánea sincronización de la vida los llevó a conocer a una de las representantes de la compañía de helicópteros quien luego de entablar una pequeña conversación y de saber de su inmensa travesía, les ofreció no una, sino dos invitaciones a volar en helicóptero y a escalar los glaciares sin ningún costo. Junto a esta increíble experiencia se suma otra enseñanza. “Aprendimos a no subestimar el poder del pensamiento y la visualización que nos hace creadores conscientes y subconscientes de nuestras realidades”.

La meta

A Luisa y a Jean Carlos no les gusta hablar de límites. Aunque existe el deseo de formar una familia para la cual deberán hacer una prolongada pausa, Cycling our dreams, más allá de una simple aventura, es un estilo de vida que prioriza la conquista de sueños, la búsqueda de maximizar el potencial humano y el deseo de participar en un sistema de convivencia solidario con el planeta tierra y sus habitantes. Esta filosofía se transforma, se perfecciona y se ajusta a los cambios, y la bicicleta siempre los acompañará.

Fotos: Cycling our dreams.

Ilustración del home: Del talentoso Rodolfo Acevedo Roa.

Te gusta este post? Compártelo!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>