Pola Oloixarac
Blogger de 32 años celebrada como “el último hito generacional de las letras argentinas” y como la única escritora guapa que merecería ganar un Nobel. Apasionada de la web 2.0 y de los tacones suela roja, escribió Las teorías salvajes, su primera novela, sin darse cuenta de que con ella degollaría a los más petulantes de la escena literaria porteña. Descarnada, afilada y con un humor corrosivo, es una rareza que lee con el mismo afán el último premio Pulitzer y las mínimas letras al reverso del empaque del rimel que se acaba de comprar. Bien podría ser la última –o única- heroína de la cibercultura o una mesías, mitad nerd, mitad pin up con un joyero como imaginario repleto de perlas como:
“La filosofía es algo más que la excitación sexual por el saber”.
“Un bikini es un acto que se hace sin pensar”.
“Creo que mi primer post sobre moda surgió al enterarme de que los uniformes nazis habían sido diseñados por Hugo Boss”.
“En el blog me hice muchos amiguitos, y gracias a los robots de spam tengo información muy actualizada del precio del Viagra y excelentes oportunidades de negocios con viudas de ex presidentes nigerianos”.
“Hay tantos relatos tan grises que te das cuenta que no hay placer ni al ser escritos ni al ser leídos, en cambio, ves un desfile de McQueen y se te pone la piel de gallina”.
“Cuando no hay vanidades heridas no hay espectáculo”.
“No pocas veces, hojeando Vogue Italia, he tenido la sensación de estar ante un prodigioso tratado de sociología, mucho más profundo e innovador que muchos ensayos”.
“El discurso de lo transnacional celebra la aparición de otro tipo de uniones, y configura una especie de arcoíris de Benetton de la diversidad: están representados no los países, sino las etnias, los gays, las tribus urbanas, barriales, de inmigrantes, etc”.
“Aspiro a estar en sincro con Stravinsky y con San Agustín algún día”.
“Me odian los ‘emos’ sin humor. Me aman los amantes del vino, la filosofía y el jamón”.
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una obra que dificilmente encontraremos en el mercado venezolano
Me provocó leerla.
Interesante… habrá que buscarla por aquí, bajo el cielo gris de Lima.
Pola es lo más.
Aunque algunos le teman a sus ideas.
Me quedo con "Cuando no hay vanidades heridas no hay espectáculo".
Grande Pola.
Según lo que leí, Hugo Boss no diseñó los uniformes, sino que los producía.